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Lámpara techo Klunker 80 cm

La lámpara de techo Klunker de 80 cm es una pieza de iluminación que evoca la nostalgia de las festividades navideñas con su diseño clásico, reminiscente de las opulentas lámparas de araña de cristal.

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Lámpara techo Klunker 80 cm

La lámpara de techo Klunker de 80 cm es una pieza de iluminación que evoca la nostalgia de las festividades navideñas con su diseño clásico, reminiscente de las opulentas lámparas de araña de cristal.

Esta lámpara no solo es un elemento decorativo que puede realzar cualquier espacio durante la temporada de Navidad, sino que también ofrece versatilidad. Gracias a su disponibilidad en diversos tamaños, permite jugar con la decoración y crear ambientes cálidos y acogedores. La inclusión de múltiples LEDs asegura una iluminación eficiente y duradera, al tiempo que mantiene el encanto de las lámparas tradicionales. Con su diseño elegante y su funcionalidad moderna, la lámpara Klunker se convierte en una opción ideal para aquellos que buscan combinar el estilo clásico con la tecnología contemporánea de iluminación. Además, su construcción robusta y la calidad de los materiales garantizan una larga vida útil y un mantenimiento mínimo, lo que la convierte en una inversión inteligente para la decoración del hogar o de espacios comerciales durante y después de la temporada navideña.

Cuidado de las lámparas

El mejor cuidado para una lámpara es pasar un plumero o un utensilio de fibra para quitar el polvo. Si está muy sucia, lo mejor es descolgar las lámparas si son de techo y usar agua con jabón neutro. Puedes utilizar una esponja suave introducirla en el agua y escurrir muy bien esta. Después frota suavemente la superficie de la lámpara y déjala secar.

Nunca usar productos abrasivos y si queremos dar algo de brillo, usar productos que lleven un poco de cera. Hay que tener muy en cuenta las etiquetas de los productos que vayamos a usar, leerlas bien y ver que los productos no contengan amoníaco.
Procura elegir siempre productos naturales que no sean abrasivos para el metal o la madera. Las lámparas de techo de cristal podemos dejarlas colgadas y pulverizar agua con alcohol y dejar que la suciedad vaya cayendo, siempre colocando un plástico en la superficie para no manchar otras cosas.